The best restaurants serving French food in London

Hier in de zomer aan het terras gezeten in London, de zon schijnt er goed en het eten is erg lekker.

I’ve been visiting Oslo Court for 25 years, and it remains a truly fantastic, family run gem. The food is consistently superb, and the staff are always incredibly warm and attentive. Neil, the dessert waiter, has such a genuine and friendly personality. He goes out of his way to make every visit special. Maria is always so welcoming and kind, and the personal touches, like surprise birthday cakes and even balloons for my son's 21st, really make all the difference. The ambience is perfect, and the whole experience is always unforgettable. I highly recommend Oslo Court for anyone looking for outstanding food and heartfelt hospitality.

¡Verdaderamente terrible! A nadie le interesaba que quisiéramos una mesa. Tuvimos que preguntar un par de veces para pedir cualquier cosa y el camarero realmente luchó para captar el pedido, teniendo que pasar por él más de una vez para asegurarse de que era correcto. La comida llegó (demasiado) rápido. Tuvimos que enviar un plato de vuelta ya que no estaba cocinado. Tuvimos que perseguir nuestras bebidas y nos dijeron que alguien estaba trabajando en ellas ahora, a pesar de poder ver el bar y podía ver claramente que no había nadie allí y no había bebidas. Muy pobre. No volverá.

The food was absolutely delicious! Lamb was superb and sea bass was done to perfection.

Delicious salad in a beautifully rustic café. Plus, the self-serve nut butters on every table are lush.

Got afternoon coffee and sandwich. It was very good.

Working in the service industry myself, I find it hard to tolerate service workers who can’t even manage a simple greeting or a smile.

Absolute bang for your buck. Good food.

They went above and beyond to make Mother’s Day special!

Very good, nice coffee, fresh rolls and very friendly service

Nice one, great to catch up with friends

Lo principal que tiene este restaurante es su ubicación y la decoración interior, que es agradable. Desafortunadamente, eso no fue igualado por el resto de la experiencia gastronómica. El restaurante estaba casi vacío cuando llegamos, así que me decepcionó la larga espera para nuestra comida. Pedí la lubina salvaje con puré. La lubina estaba llena de sabor, pero definitivamente era un poco pequeña por el precio. Sin embargo, el puré era demasiado desigual para mi gusto. También me decepcionaron los diversos cargos adicionales que, según se supo, no fueron transferidos al personal. En general no es el estándar que esperaba para un restaurante que es caro.

Hace tiempo que paso por el grupo de restaurantes de inspiración francesa agrupados alrededor del patio del corazón sangrante de Farringdon. Con acceso directo a la calle, aunque a un corto tramo de escalones se encuentra el acogedor par de habitaciones que juntos forman el bar de vinos. Es cierto que hay un estante de vino impresionante detrás de la barra que se extiende desde el suelo hasta el techo, pero es la comida la principal atracción aquí. No es que no había muchos platos tentadores en la carta de la hora del almuerzo, pero me atrajo dos especiales y no me decepcionó. Una sopa cremosa de puerro y papa con una hoja de hierba de hoja encima era un aperitivo perfecto antes de un plato de hígado de ternera y puré. Un parfait de chocolate y un expreso fuerte redondeado importa muy bien. El servicio era educado pero amable.

Fabulous. Expensive. Lamented... We made our annual trip to London in December and wanted to sample Marcus one final time before it closed its doors. Very expensive (almost £500 for 2 but that included £191 for drinks and £61 service). Cannot say that was value for money but one final chance to enjoy this restaurant meant it was a special treat. I indulged in Sweetmeat followed by Venison, my wife had Crab followed by John Dory. All cooked to perfection. We then shared a wonderful cheese selection before departing. Thanks for the memories!

Teníamos los espárragos y las setas para empezar y luego el lenguado y el risotto con trufas. Fue excepcional. Como cliente habitual le dijimos al gerente que el restaurante estaba frío solo para que le dijeran que no podía subir la calefacción. Finalmente encontró una solución mejor tarde que nunca.